Postales en la Vidriera

16.2.20

RESABIOS DEL PASADO


Desde siempre sentí el deleite de visitar Galerías de arte.
Hacia mediados de la década de los años 70, y ya traspuestos los primeros diez años de la tan ansiada democracia, visitar las muestras expuestas en "Renom", "La Pequeña Muestra", bajo la tutela del poeta amigo Armando Santillán, y "Galería Krass" donde pude apreciar el talento fulgurante en todos los cuadros de Carlos Alonso, era como llenar el espíritu de almibaradas sensaciones.
Pero volviendo a lo presentado por "Renom", nunca podré olvidar una exposición de Raúl Dominguez, el llamado "pintor de las islas".
Recuerdo que una vez tuvimos una charla en su casa del Pasaje Cajaraville, a metros de la calle Leandro Alem.
Hoy su nombre brilla en la Escuela No 1367, ubicada en Avenida Nuestra Señora del Rosario 3655, en pleno barrio Plata, lugar donde resido.


FELIPE DEMAURO

2.2.20

VIEJAS HISTORIAS


Era muy jóven cuando como socio de la prestigiosa biblioteca "Constancio Vigil, retiraba libros cada quince días para leerlos con inusitada avidez.
Recuerdo que corría el año 1972, y dos novelas cuyos relatos resplandecen en finales dramáticos, me dejaron como un sello vital en esa latente virtud de indagar en lo más excelso de la literatura argentina.
"Todo verdor perecerá", la obra de Eduardo Mallea, y la novela titulada "Sin Rumbo" de Eugenio Cambaceres, desde entonces nunca dejaron de acosarme.
Pero ya han pasado muchos años, y ahora estoy abocado a desentrañar otras instancias, que también me deleitan al contarlas.
Veamos por ejemplo esta historia que me relatara un amigo, instalada en los confines del barrio Las Delicias por entonces. Se trata del nacimiento de un club social y deportivo llamado en principio "Los Ladrilleros", que a través de una reunión de comisión directiva donde participa una dama oriunda de la banda oriental, sugiere utilizar los colores aurinegro como influjo de su voluntad. De este modo surge a la luz el 11 de junio del año 1932 el flamante Club Social y Deportivo "Defensores de Peñarol".
Todo un símbolo desde entonces, del esparcimiento y la recreación de muchísimas familias del sur de la ciudad.

FELIPE DEMAURO

HISTORIAS INDIVIDUALES


Siempre regreso al legado de dos escritores argentinos, cuyas historias me fascinan, y que han sabido pergeñar relatos y poemas imperdibles, para todo aquel que pretenda inmiscuirse con la felicidad imaginativa por algunos momentos.
Se trata de la prosa de Roberto Arlt descrita en sus "Aguafuertes Porteñas", diseñadas desde el viaje en un tranvía atravesando barrios de la ciudad de Buenos Aires, hasta concluir en su trabajo, la redacción del diario "El Mundo".
Y también incluyo los poemas de Oliverio Girondo, que curiosamente pueden ser leídos desde el título de otro tranvía, para congratularse como pocas veces con el paisaje de países exóticos y situaciones de personajes y criaturas, que solo pueden ocurrir narradas por una inteligencia prodigiosa.
Pero claro, mezclar todo esto con la fábula que acontece por estos días en nuestro país, y en modo especial puntualmente en la ochava sudoeste de la esquina formada por la calle Gregorio de Lamadrid y la avenida Ovidio Lagos, donde un kiosco de venta de diarios y revistas y dos comercios muy rentables, hoy por hoy, cual lo son una farmacia y una agencia de loterias, me parece algo así como una misión imposible, pero por lo menos lo vamos a intentar.
Conversar amigablemente con Ricardo y con Gustavo, quienes están a cargo de la atención del kiosco de diarios no deja de ser un placer. Ricardo en modo especial, con muchos años de su vida ligado a la gastronomía, como mozo en bares y restaurantes, me ha sabido contar sus atenciones en el centro de la ciudad, a personajes muy populares de nuestro país como por ejemplo, el actor cómico José Marrone y el delegado sindical Saúl Ubaldini entre varios más.
Y para cerrar ya que hablábamos de aquellos dos comercios muy rentables, nos referíamos a la farmacia y a la agencia de loterías, al fin de cuentas "con tanta malaria dando vueltas", giro verbal y preciso del léxico de la calle. Son la entrada natural de los cientos y cientos de los jubilados y muchos otros que se enferman y el mismo porcentaje de los que pretenden zafar acertando un premio millonario.

FELIPE DEMAURO