Postales en la Vidriera

25.1.22

 EL PLAN DE LOS FERNÁNDEZ


Estoy leyendo una novela histórica, que publicó el escritor Agustín Barletti por estos días, que se titula "Salteadores Nocturnos". Excelente novela histórica que rescata la vida y la obra del ex Presidente Arturo Umberto Illia.
Eran aquellos años de la década del sesenta, cuando nuestro país contaba con tan solo un ínfimo porcentaje de personas humildes y dignas. La deuda pública prácticamente no existía, y la Argentina era considerada como un país similar a los más pujantes y selectos de Europa.
Hoy, en nuestro país son muy pocos los jóvenes que entienden los textos de Diarios y lecturas de libros Universitarios. De libros de la enseñanza media, y hasta en muchos casos de la llamada Escuela Primaria.
Ya estamos en paralelo, y hasta en algunos segmentos como por ejemplo "la inflación", mucho peor que la gran mayoría de los países latinoamericanos. Aunque la gran pretensión de los que gobiernan, es llegar a fundar lo que ellos llaman "la patria grande".
Es decir que como esto ha fracasado en repetidas ocasiones, lo que hay que afianzar es una gran masa de pobres e indigentes, como en el continente africano.
Y mientras tanto por aquí, por ahora, el plan de "los Fernández" es cambiar de monta en el medio del río, para amigarnos lo máximo posible a los Chinos y a los Rusos. Con los primeros que ya se están probando el traje a medida con el brillo de un nuevo imperio, y con los otros que tienen un poderío nuclear que es avasallante y peligroso para el mundo entero, desde hace mucho tiempo.
¡Pobre patria mía!! Dicen los libros de historia, que dijo un gran prócer cuando falleció un 20 de Junio de 1820.

FELIPE DEMAURO

9.1.22

 ESE PAÍS JARDÍN DE INFANTES


Continuamos sin avanzar en ese "País Jardín de Infantes", que describió Maria Elena walsh, cuando han pasado ya cuarenta y seis años.
¿Se puede saber cuándo comenzaremos a avanzar en el mundo de hoy los argentinos?
Los representantes que elegimos, hacen caso omiso de todos nuestros problemas que son innumerables. Y solo se preocupan por acrecentar sus fortunas personales, y se pelean entre todos, todos los días.
Si uno se fija en el léxico enmarañado de errores garrafales, de la gran mayoría de las personas que navegan por las redes sociales. Enseguida se dará cuenta cual es el nivel cultural de este pueblo, infestado de ladrones, drogadictos, criminales, corruptos, sinverguenzas y atorrantes.
Si bien es cierto que hay muchos emprendedores, optimistas y soñadores. Parece que su anhelada utopía, ha sido goleada sin remedio.
No se puede resolver la inflación, cuando el mundo entero prácticamente la ha resuelto. No se puede resolver la inseguridad, cuando existe una isla como Martín García, donde llevar a todos los presos más peligrosos, para ponerlos en grandes galpones con un régimen militar a cuestas, y hacerlos trabajar sembrando por ejemplo soja en dicha isla, y con ese dinero que recaudaría el estado, se les otorgaría el alimento y los elementos necesarios. Y por otro lado se vaciarían las cárceles y las comisarías de todo el país.
Ya que gastan tanto dinero en subsidios y macanas de todo tipo, y pagan sueldos fabulosos, a políticos, jueces, asesores, y cientos y cientos de trepadores y ñoquis en funciones que solo atentan contra la razón.
¿Por qué no hacen una convocatoría ciudadana, para determinar por sí o por no, si este proyecto ayudaría a corregir la inseguridad, que es en este momento uno de los mayores problemas que acosa a la sociedad?
Como puede ser que un país con tantos recursos naturales, tenga la mitad de la población entre la miseria y la indigencia, y viva una crisis permanente en más de setenta años.
Realmente es algo insólito, y le debería causar verguenza a quien se asuma como Presidente, o Vice. Y además no lo merece mucha gente honrada, que sabe perfectamente, que no son los extranjeros quienes han creado este chiquero. Sino que han sido, y son, muchos de los argentinos encaramados en el poder, entre las sombras y sus diabólicos proyectos, los que no permiten la felicidad del pueblo argentino, embaucándolo con un relato que ha tergiversado hasta la historia verdadera.

FELIPE DEMAURO