Postales en la Vidriera

13.2.22

 DETALLES DE UN RETAZO DE BARRIO


Hace unos días, tenía ganas de hurgar en un sector del Barrio Las Delicias, por el cual he pasado en muchas ocasiones, pero generalmente admirando el paisaje y sus circunstancias, desde la ventanilla de alguna de las líneas de colectivos que merodean por allí.
Voy a tomar como punto de referencia, la ubicación de la Capilla San Francisco Solano, ubicada en la esquina de Calle Callao, y su arteria homónima.
Entonces por esta última comencé a caminar en dirección al este, notando que la misma concluía en un alto tapial donde se encuentran los fondos del Hipermercado Libertad.
Pero en dicha intersección se muestra una calle llamada Arrospegaray, que tiene sentido de norte a sur. Ahora bien, esta calle concluye tanto en el norte lindando con otra llamada Ombú, en un callejón apretado de unos treinta metros, siempre lindando con el paredón del Hipermercado. Y lo propio ocurre en su parte sur de iguales dimensiones, concluyendo en la Avenida Batlle y Ordoñez.
Todo este retazo, que podríamos diseñar tomando como referencia el cuadrado compuesto por la Avenida Manuel Arijón al norte, la calle Callao al oeste, el Boulevard Nicasio Oroño al este y la Avenida Batlle y Ordoñez al sur. Contiene casas bajas y sobrias, el Hipermercado mencionado, una Estación de Servicio importante, varias Empresas fabriles, y por supuesto varias líneas de transporte.
Con muchos vecinos que aspiran a un futuro, que como he visto por ahora, gracias a Dios, le ha resultado venturoso.

FELIPE DEMAURO

6.2.22

 SIGAMOS MINTIENDONOS


Si partimos de la base que la deuda real de capital de la República Argentina, con las instituciones de crédito internacionales, al día de hoy, es de 360 mil millones de dólares.
Y contamos con solo cinco millones de compatriotas que disponen de un trabajo formal, como se suele decir de los que contribuyen con el sistema, sobre una población de unos cuarenta y dos millones de argentinos.
Si tenemos más de tres millones de empleados públicos, chocándose entre ellos, en las múltiples variantes institucionales de un estado gigante y ausente, donde la mitad de estos últimos representan a parientes, amantes, amistades, militantes y en suma simplemente ñoquis, que reciben a fin de mes fabulosos sueldos que pagamos entre todos.
Finalmente, si todo lo apuntado, en un país con muchísimas condiciones para desarrollarse como el mejor, estamos apresados como en una noria atravesada por la miseria y la indigencia de la mitad de la población. Encima si el salir a la calle en cualquier horario, es transcurrir la vida aterrorizado, como si uno estuviese en el Far West del siglo diecinueve, o en México por estos días.
Me parece que a todos los que integran cada uno de los tres poderes, de esta República, a punto de desaparecer en cualquier momento, se les tendría que caer la máscara, porque el rostro seguramente no se les ve, ante este bochorno descomunal.

FELIPE DEMAURO