6.2.22

 SIGAMOS MINTIENDONOS


Si partimos de la base que la deuda real de capital de la República Argentina, con las instituciones de crédito internacionales, al día de hoy, es de 360 mil millones de dólares.
Y contamos con solo cinco millones de compatriotas que disponen de un trabajo formal, como se suele decir de los que contribuyen con el sistema, sobre una población de unos cuarenta y dos millones de argentinos.
Si tenemos más de tres millones de empleados públicos, chocándose entre ellos, en las múltiples variantes institucionales de un estado gigante y ausente, donde la mitad de estos últimos representan a parientes, amantes, amistades, militantes y en suma simplemente ñoquis, que reciben a fin de mes fabulosos sueldos que pagamos entre todos.
Finalmente, si todo lo apuntado, en un país con muchísimas condiciones para desarrollarse como el mejor, estamos apresados como en una noria atravesada por la miseria y la indigencia de la mitad de la población. Encima si el salir a la calle en cualquier horario, es transcurrir la vida aterrorizado, como si uno estuviese en el Far West del siglo diecinueve, o en México por estos días.
Me parece que a todos los que integran cada uno de los tres poderes, de esta República, a punto de desaparecer en cualquier momento, se les tendría que caer la máscara, porque el rostro seguramente no se les ve, ante este bochorno descomunal.

FELIPE DEMAURO