9.1.22

 ESE PAÍS JARDÍN DE INFANTES


Continuamos sin avanzar en ese "País Jardín de Infantes", que describió Maria Elena walsh, cuando han pasado ya cuarenta y seis años.
¿Se puede saber cuándo comenzaremos a avanzar en el mundo de hoy los argentinos?
Los representantes que elegimos, hacen caso omiso de todos nuestros problemas que son innumerables. Y solo se preocupan por acrecentar sus fortunas personales, y se pelean entre todos, todos los días.
Si uno se fija en el léxico enmarañado de errores garrafales, de la gran mayoría de las personas que navegan por las redes sociales. Enseguida se dará cuenta cual es el nivel cultural de este pueblo, infestado de ladrones, drogadictos, criminales, corruptos, sinverguenzas y atorrantes.
Si bien es cierto que hay muchos emprendedores, optimistas y soñadores. Parece que su anhelada utopía, ha sido goleada sin remedio.
No se puede resolver la inflación, cuando el mundo entero prácticamente la ha resuelto. No se puede resolver la inseguridad, cuando existe una isla como Martín García, donde llevar a todos los presos más peligrosos, para ponerlos en grandes galpones con un régimen militar a cuestas, y hacerlos trabajar sembrando por ejemplo soja en dicha isla, y con ese dinero que recaudaría el estado, se les otorgaría el alimento y los elementos necesarios. Y por otro lado se vaciarían las cárceles y las comisarías de todo el país.
Ya que gastan tanto dinero en subsidios y macanas de todo tipo, y pagan sueldos fabulosos, a políticos, jueces, asesores, y cientos y cientos de trepadores y ñoquis en funciones que solo atentan contra la razón.
¿Por qué no hacen una convocatoría ciudadana, para determinar por sí o por no, si este proyecto ayudaría a corregir la inseguridad, que es en este momento uno de los mayores problemas que acosa a la sociedad?
Como puede ser que un país con tantos recursos naturales, tenga la mitad de la población entre la miseria y la indigencia, y viva una crisis permanente en más de setenta años.
Realmente es algo insólito, y le debería causar verguenza a quien se asuma como Presidente, o Vice. Y además no lo merece mucha gente honrada, que sabe perfectamente, que no son los extranjeros quienes han creado este chiquero. Sino que han sido, y son, muchos de los argentinos encaramados en el poder, entre las sombras y sus diabólicos proyectos, los que no permiten la felicidad del pueblo argentino, embaucándolo con un relato que ha tergiversado hasta la historia verdadera.

FELIPE DEMAURO