3.9.17

ESPARCIMIENTOS PARA NOSTÁLGICOS

Las páginas vespertinas de Crónica y La Tribuna
encienden la cartelera de espectáculos.
Cuando la memoria como un retrospectivo films
aluminiza la pantalla
las hileras de luces de pronto se ennegrecen.

Al principio emérgen solo nombres
no obstante en la comisura de sus labios
los espectadores comienzan a sentir
el sabor salado de sus lágrimas
junto al melodramático anís de las pastillas Anta.

Han vuelto por un instante el Astral y el Ambasador
el Astoria; Belgrano; Bristol; Diana; Echesortu
Esmeralda; Gardel; Odeón; Real; Empire; San Martín
Tiro Suizo; Sol de Mayo; Apolo; Rose Marie y Venus
con todas sus luminarias
como póstumas carteleras de deserciones.

Pero aún antes y simultaneamente
las propagandas de La Copa Royal
y El Gran Vermouth
se vieron tanto en las salas del Edison y el Majestic
como en las del Rivadavia; Alem; Roca; Lux y Alvear.

Justo cuando la última carambola
se suicida arrojándose por la tronera del Sol de Mayo
Los 20 Billares o El Nacional
y álguien destapa una Chinchibira en el Eden Parck
el Varieté Avenida o los bailes del Instituto Tráfico.
Que junto a Calzada, Témperley y Atalaya
Sportman Unidos, Onkel y Zona Sur
se deleitan con la música de Atilio Cabestri
Luis Chera, José Sala, Los Provincianos
Y Juan Antonio Manzur.

Música que magicamente abandonaba los micrófonos
y por ende los Estudios de LT1
para insertarse a los cuadros de Julio Vanzo
a través de los cortes académicos
de Don Domingo Gaeta y sus discípulos
haciendo furor en las Ramblas de Saladillo y Alberdi
en el Centro Castilla
y en los picnic de las famosas Quintas de Sanguinetti
y La Nélida.

FELIPE DEMAURO