26.8.17

MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO

Cuando Luna Ramirez lo fijó
en el visor de su pequeña filmadora
surgió el asombro.
Y así se dió cuenta
que el Museo de Arte Contemporáneo
en sí mismo es una obra de arte
de este tiempo confuso y cruento.

El resto
palabras más palabras menos
son meros detalles.
Y una síntesis que surge
de un ruinoso silo acopiador
de granos de cereal
que fue restaurado con el talento imaginativo
de varios colores incinerándose gradualmente.

Pero que al fin de cuentas
han optado por arrojarlo como una sombra más
eso sí solo opaca y banal
a un inmenso río de aguas tempestuosas
irreflenable en su convicción salvaje
como una llamarada marrón.

FELIPE DEMAURO