26.7.17

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO

Al influjo de una luna más romántica
inclinada a las reglas del pudor
entre criterios coherentes
y horizontes más visibles
fue creciendo nuestro amor.

Recuerdo de ese entonces
cuando nos conocimos
la aparente sorpresa.
Si siempre nos quisimos
la instancia de juntarnos
tan solo era formal
cuestiones de papeles
un modo de empezar.

Vinieron ilusiones
llegaban con los hijos
todo íba pasando
de manera casual
a veces dos de arena
reemplazaban la de cal.

Pero hoy apenas lejos
a cuarenta y siete años
con nietos que han venido
y otros por llegar
la vida me parece
una cuestión resuelta
un preludio distinto
incapaz de asombrar.

Sé que he tenido suerte
y doy gracias a Dios
él me tendió tu nombre
de compañera ideal
Amelia irá contigo (dijo)
a desafiarlo al azar.

FELIPE DEMAURO